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Fundamentos en la Intervención Psicosocial.


Hablar de intervención psicosocial y no solamente de intervención psicológica o psicoterapéutica, es porque se considera que lo que caracteriza al fenómeno o al problema social está en el mundo de la complejidad. Nuestra responsabilidad como profesionales en la psicología requiere por lo tanto darle sentido a lo intrapsíquico en el contexto relacional.



“La intervención psicosocial tiene en cuenta la relación entre dos variables: la variable social y la variable psicológica.


- Las variables sociales son el objeto sobre el que se interviene (sistemas e ideologías intergrupales fundadas en los fenómenos sociales en los cuales pueden ubicarse las problemáticas psicosociales).

- La variable psicológica interviene los procesos psíquicos inconscientes coyunturales con base en unas relaciones estructurales fundantes.” (Castaño, 2009).



Por tanto, la intervención psicosocial se sitúa en la relación que se establece entre categorías sociales y psicológicas. Las categorías sociales serían el objeto sobre el que se interviene, ya se trate de sistemas o estructuras sociales. El efecto inmediato que se busca es el cambio social. El objetivo final sería el cambio personal. Se interviene sobre sistemas y estructuras sociales para resolver problemas psicológicos (objetivo final) a través del cambio social (efecto inmediato).


Según Bernstein D. y Nietzael M. (1.982), citado por Hernández, (2003). “...es un movimiento de gran alcance que intenta aplicar los principios psicológicos a la comprensión de los problemas sociales y la creación del cambio social verdadero”. En términos más amplios se trata no sólo de hacer acciones en la comunidad, sino que las personas identifiquen los problemas emocionales, relacionales, sociales y económicos en un proceso de reflexión personal – grupal y que a través de la reflexión – acción se contribuya al cambio individual y social.


La acción de este concepto va orientado a la búsqueda de la autonomía de los grupos y personas involucradas en las alternativas de solución a las diferentes problemáticas, donde la categoría psicosocial juega un papel importante pues articula todas las áreas hacia un contenido más social y más humano, donde convergen las relaciones humanas entre los integrantes de un proyecto, su relación familiar, relación de grupos, relación de parejas y la relación con la comunidad.


La intervención psicosocial un concepto integrador


Entendemos desde la perspectiva construccionista que una lectura psicosocial, trasciende una visión del yo individual, reconociendo, más bien, una psicología social de las relaciones. Una psicología como esta, tiene la competencia de reconocer la interdisciplinariedad, los recursos y talentos, más que centrarse o hacer énfasis en el déficit o la psicopatología.


La intervención psicosocial integra una intervención psicológica con una intervención social; la primera centrada en el individuo y la segunda dirigida tanto a comunidades como a organizaciones e instituciones.


Se considera además que la intervención psicosocial necesita un modelo relacional basado en el análisis de los factores físicos, culturales, económicos y políticos que condicionan la estructuración de las redes sociales las cuales a su vez, condicionan la conducta individual.


Relación entre las intervenciones psico-sociales, sociales y psicológicas.

Desde Sánchez (1991), la intervención, en términos generales, se refiere a la introducción, interposición o intermediación desde una postura de autoridad de un elemento externo con la intención de modificar o interferir con el funcionamiento de un proceso o sistema en una dirección dada. La intervención comporta un proceso intencional de interferencia o influencia y persigue un cambio. De igual forma se vehiculiza teóricamente, de esta forma”...la intervención desencadena una serie de expectativas y consecuencias fuertemente ligadas a la construcción simbólica y a las representaciones de quien está interviniendo. De esta forma, una modalidad de intervención se vincula a un determinado marco conceptual que, ligado a una serie de aportes teóricos y empíricos relacionados con el contexto, genera “formas típicas” de intervención” (Carballeda 2002 p.94).


La intervención como acción es un proceso que da cuenta de los contextos, de la historia, de la situación, y en general de procesos que permean al sujeto singular o colectivo. Así la acción comporta el sentido de las relaciones presénciales o representadas, es decir, simbólicas. La acción es un movimiento intencional que se construye en la relación, cuando ésta es significada, generando procesos interactivos, es decir, sociales, más allá de la simple estimulación, que encarna una psicología del individuo.


Por otra parte, la intervención psicosocial es temporal, situación que protege al sujeto intervenido, dado que es la comunidad quien acentuará el proceso de cambio y quien lo validará desde los acuerdos construidos en torno a las acciones primarias de los agentes externos.


La diferencia con la intervención psicológica estriba en que ésta última enfatiza la exploración de aspectos intrapsíquicos, sin apostarle a la conexión de sentido entre lo social y lo individual. Digamos que lo psicosocial pretende integrar la dualidad sujeto y sociedad, relación permanentemente abordada por la Psicología social.


Lenguaje como constructor de realidad


La función del lenguaje se destaca en los procesos de intervención psicosocial, ya que aquél es un generador de realidades y en el intercambio de los grupos sociales, las conversaciones son un punto esencial, pues, como señala Hernández (2003, p.60) “hablar de algo es contribuir a construirlo”, de allí que se procure establecer conversaciones que permitan elaborar un discurso sobre los procesos interventivos, en los que los actores sociales reflexionan su vida desde sus propios recursos.


La intervención como compromiso social


La intervención social, por el contrario, implica un apoyo que promueve un proceso de desarrollo tanto grupal como individual. Vale decir que lo social debe ser cuestionado permanentemente como portador de dispositivos ideológicos que el saber y la orientación comunitaria contrastan.


Lo social como proceso relacional


Lo psicosocial comprende al otro, se plantea la alteridad, el reconocimiento del otro, lo relacional. Lo social implica a la comunidad que aunque nace en la sociedad va construyendo una racionalidad propia, en la que el sujeto se hace con otros desde la solidaridad, el reconocimiento de las diferencias y un sentido colectivo de vida desde la particularidad del sujeto.

Desde esta perspectiva, profesionales que desarrollan trabajos con grupos humanos, consideran a los sujetos como protagonistas o actores sociales de sus propias historias y por tanto estos –los actores- son convocados para la coordinación y construcción de acciones posibles con ellos y desde ellos y no como si solo fueran espectadores.



BIBLIOGRAFÍA:

1.Cañón, O., Noreña, N., Peláez, M. La intervención psicosocial en un contexto investigativo. (2007). Aletheia. Disponible en: http://pepsic.bvsalud.org/pdf/aletheia/n25/n25a15.pdf

2. Castaño, María. La aplicabilidad del psicoanálisis en las problemáticas psicosociales: una propuesta alternativa en la intervención psicosocial. 2009. Disponible en: www.udea.edu.co/portal/page/portal/.../María%20Consuelo.ppt














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